- El director del CEIP “Fuente del Palomar” de Alcorcón duramente castigado por la Consejería de Educación.
- Una sanción cuestionable que puede deberse al agravio hacia las voces críticas en el seno de la Educación pública de la Comunidad de Madrid.
Ganar Alcorcón ve como una sanción injusta y desproporcionada la que se ha impuesto a Miguel Ángel Pinilla, director del CEIP Fuente del Palomar de Alcorcón, por parte de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. La Administración le sanciona con falta grave por desobediencia, que conlleva la suspensión de cinco días de empleo y sueldo, más la falta que permanecerá en el expediente durante dos años. El “delito” fuesolicitar a dos profesoras de 6º de Primaria que no acudieran a una reunión con la Inspección Educativa en horario escolar, ya que únicamente se les iban a leer las instrucciones para la realización de las pruebas externas de la LOMCE y ese día faltaban otros docentes al centro, por lo que los niños y las niñas se quedarían sin clases. El director lo hizode común acuerdo con ambas docentes, que creyeron que era una petición razonable, pues lo principal era atender a las clases y podrían ser informadas por el propio director, como así fue.
Ganar Alcorcón, tras hablar con Miguel Ángel Pinilla, sospecha que puede haber otras razones para imponer una sanción tan severa. El director comentó que espera que no haya motivos aparte de los esgrimidos por la Consejería. No obstante, manifestó lo siguiente: “Soy una persona crítica, y en algunas reuniones con inspectores sí que he mostrado mi desacuerdo con respecto a algunas decisiones que se han tomado sobre las pruebas externas en los últimos años, porque siempre he considerado que se debían enmarcar dentro de unas aportaciones para la mejora del servicio que ofrecemos”. Miguel añadió que “nunca me he mostrado opuesto a estas pruebas, siempre y cuando mantengan los objetivos con que fueron creadas en 2004, ya que se buscaba con las mismas detectar las necesidades educativas en cada centro con el fin de dotarles de los medios humanos y materiales adecuados para la mejora de la calidad en la educación pública. Sin embargo, pocos años después, los objetivos cambiaron, lo que supuso la rivalidad, la discriminación y la segregación de centros en base a las calificaciones obtenidas”. Esta fue una de las discrepancias que, supuestamente, le convirtió en persona non grata para la Administración. El director del Fuente del Palomar concluyó: “Me considero una persona con vocación de servicio público, que me dejo la piel en mi centro y que realmente no me merezco esta consideración por parte de la Consejería de Educación, y mucho menos la sanción que se me ha impuesto, que no debería haber pasado de una aclaración por escrito, tal y como suele resolverse. Ahora he presentado un recurso con el que espero que se me anule la sanción, que me parece a todas luces injusta”.
Jesús Santos, portavoz del grupo municipal de Ganar Alcorcón, ha declarado que “es humillante para toda la Educación pública madrileña la forma en que se ha tratado a este buen profesional. Huele a viejas –aunque aún conocidas– formas inquisitoriales de depuración contra las voces discordantes”. Y añadió que “curso tras curso somos testigos de cómo la Comunidad de Madrid menoscaba los recursos educativos los colegios públicos. Es escalofriante la actual falta de recursos humanos y materiales; y, sin embargo, asistamos a este gasto de cientos de miles de euros por parte de la Administración para evaluar la calidad de los centros, con el espurio propósito de ejercer una discriminación y segregación de los mismos”.
